Concentrandome en el ahora, me dedico a oler el aroma de mi auto, sentir la maquina y la velocidad, cantando por la vida mientras mi pequeño se mueve reclamando el almuerzo que ya vendrá...
Con el fuego inesperado en mi pecho como para no olvidar que estoy viva y lo que siento es real...
Divorciándome por fin del tiempo pero aún presa del recuerdo infame del sufrimiento. Maldita mente cruel que traes lo innecesario en tu discurso diario.
Poco a poco voy dejando atras esa que creía ser, imagen mental de mi misma, llena de etiquetas que suplicaban ser leídas y recordadas. Como una flor que necesita agua, mis falsos oidos se alimentaban de palabras de reconocimiento, esperando que el espejito me dijera bella... como la bruja de blanca nieves. Y asi pasaba del placer al dolor en cosa de segundos, guiada por una mente sobreviviente que generaba emociones de puro pensar... Y así, viciosamente me hacía adicta...
Que alivio y a la vez desconcierto siento de no saberme nada... de sentirme más a pesar de todo y sin embargo bañarme en la ilusión de ser aún más verdadera...
Gracias vida por regalarte cada día y a ti conciencia nueva que vienes al mundo de las formas para traerme otra vez al cuerpo y mostrarme lo único verdadero.