Ya pasó el fin del mundo y el fatídico 2012 se acabó. Murió lo que no existía y lo verdadero se hizo más fuerte. Ahora la pregunta es cuánto puedo permanecer acá... si el León de la fuerza sigue estando de mi lado y puedo seguir acariciando su boca sin temor a ser mordida...
La respiración recupera su importancia y lo sagrado vuelve a ser respetado como merece.
La luz ilumina hasta el último rincón de mi casa, aunque la mutación volvió mejor mi visión en la oscuridad. No hay minuto enemigo ni tiempo que contar salvo en las instituciones que aún no queremos abandonar. Ya no lucho contra la diferencia ni igualdad, pero a través de mi seguirán reflejándose mil almas desconsoladas. Y en el camino espero dar muchos pasos más.
¿Por qué caemos Amor?