Imaginemos a una mujer, que sufre repentinas pérdidas de fuerza en ambas piernas hace años pero muy infrecuentes. Que luego presenta dolor nocturno lumbar progresivo y que luego se localiza en el sacro. Que maneja casi 3 horas diarias, tiene 3 hijos y 3 trabajos al día. Dolor de articulaciones de la mano y muñeca, parestesias nocturnas ocasionales, con poco efecto de AINES. trastornos del sueño de conciliacion y despertares
Imaginemos que existe, por unos años más...y que vuela.