Siempre soñé con algo, hasta que un día comprendí que no debía soñar porque ya era feliz. El sueño era alguien que me amara, q me entendiera con tan solo mirarme. Quería que fuera más grande que yo y que me abrazara como un oso. Que esté siempre disponible y me acogiera cuando lo necesite. Alguien q se diera cuenta si estoy en peligro, con quién formar una familia y vivir felices para siempre. Alguien de buen corazón, humilde, tierno y amante de la belleza de las cosas simples. Que ame la naturaleza y disfrute tanto de un paisaje como de una canción. Alguien creativo que valore lo que hago. Con sentido del humor y valiente. Que me aleje los bichos y arregle lo malo. Que no me hinche si estoy gorda o flaca ni por mi ropa ni amigos. Alguien con quien pudiera ir a un gimnasio o salir a trotar. Alguien con quien ver cartoon network a las 3 de la mañana comiendo yogurt con cereales... Cuando dejas de tener deseos, ya no tienes que temer.
Las cosas serán cuando tengan que ser.