@larraincl
1 de noviembre de 2012
El Tigre sin manada
Había una vez un bello Tigre Blanco. Era grande, delgado e interesante en su caminar.
Todos los días recorría el mismo camino. Existía un poder gravitatorio a su alrededor que el ignoraba. Prefería estar sólo, así nadie lo atrasaba.
Un día se encontró una flor que le dijo:- Hola Gatito!-
Y el tigre sorprendido y algo molesto respondió:- No soy un gatito, soy un Macho Alfa -
- Ahh... bueno, y por qué estás enojado...? -
El Tigre se dio media vuelta y se fue murmurando "no tengo tiempo para estupideces... a demás no estoy enojado... o si?... y no soy ningún gatito, soy un Tigre... me gusta que me hagan cariño en la cabeza y ronroneo pero eso no me hace gatito...yo soy un macho alfa, controlo mis emociones y pasiones, no necesito la aprobación de otros, esa flor está loca... yo no me arriesgo, a demás no tengo tiempo...etc, etc, etc..."
Y siguió dando vueltas en círculo día trás día por su camino conocido, absorto en sus pensamientos, apurado, enojado.
La Flor lo sentía y decía: - Hola Gatito! - pero el la ignoraba.- " ...Yo sé qué buscas tu manada..."