@larraincl

13 de diciembre de 2012

Sol en la noche

Regreso del quinto infierno por primera vez, con las pestañas quemadas y el pelo cano.
La paciencia finita y peso acuesta de dobladas sin cargo.
Lleno el corazón, osado y sin cordura, que sediento bebe los recuerdos de agua salada.
Sangro pena y la fría distancia alimenta el silencio que ocultan palabras disfrazadas.
Tras la gloriosa venida de nuevo a la Tierra, digo: vivo.
(y detesto los ronquidos).