@larraincl

13 de febrero de 2018

Voy a estar un ratito muerta, no me molesten


Me gusta escribir, creo que me hace bien. Y logro sacar muchas cosas que al terminar la hoja ya no recuerdo. Así leer estas cosas en el futuro me llenan de auto-conocimiento. Algo así. El hecho que sea una página en la que se escribe con una clave aún sólo recuerdo, suena imbécil, algo enfermo y a mi parecer entretenido. Es para mí yo del futuro. Ojalá pudiera decirle que todo lo que tiene ya ha pasado y que puede superar todo lo que sea. Algunos le dirían que no vale la pena sufrir y hay que ser feliz y puras cosas del estilo. Pero yo le digo: -Cata, haz lo que tú quieras y si te pones a llorar en el auto cantando y luego te cagas de risa de un chiste y de verte en esa situación, es cosa tuya y tienes todo el absoluto derecho. Y entre vivir y no vivir, elige vivir. Entre hacer o no hacer está difícil, pero prueba con hacer algo divertido. Y entre decir Si o decir No, elige lo que realmente piensas y sientes. No todo es una lotería. Casi todo son opciones. Elige disfrutar, también se pasa bien perdiendo. No sé de donde salió esto. Me veo abuela, niña, adolecente, feto y muerta. Y todos esos estados palpitan en mí constantemente. Son amigas, se caen bien, y no tienen problema de bailar cada una su canción mientras las otras la miran. Uñas azules escriben a la hora del sueño. Mi propio sueño: seguir riéndome de mi misma, de mi estado natural catalítico distinto, de volar por sobre el pensamiento e irme más allá de las nubes en un instante, sueño con cada noche volver al universo infinito donde está mi casa. Viendo estrellas fugaces con el sonido de un río, o de las olas. Sueño con tener siempre tiempo para soñar tranquila, sin que nadie quiera colarse en él. Muerta y viva es la misma cosa. Entendiendo eso, llega la paz.